Platillos chilenos para comer en invierno

Los platillos chilenos con base de masas o guisos y sopas que están calientes parecen tener un sabor especial en los meses más fríos, y los disfrutamos más que en cualquier otra época del año. Sin embargo, la cocina chilena es un misterio para muchos visitantes de diversos países. No importa cuánto tiempo puedas vivir en Chile, te llevará algún tiempo aprender palabras como “sopaipilla”, “cazuela” y “calzones rotos”.

En este artículo encontrarás los mejores platillos chilenos si quieres pasar tus vacaciones de invierno en Chile. De esta manera, puedes asegurar los mejores paisajes, deportes extremos y la mejor comida; te aseguramos que no te arrepentirás de ir a este país sudamericano.

Platillos chilenos que no puedes dejar de probar

Marraquetas

El pan es una parte integral de la identidad culinaria de Chile y de la sociedad en general; aquí, es común visitar una panadería casi todos los días para comprar pan fresco para una vez (la hora del té chileno) y otras comidas. Hay muchas variedades diferentes de pan para probar, pero podría decirse que la más popular es la marraqueta.

Se dice que fue inventada en la ciudad portuaria de Valparaíso a fines del siglo XIX por un par de hermanos panaderos franceses. Es conocido por su icónica forma de se-inquilino, que es un rollo singular de pan blanco que se ha dividido en cuatro rollos más pequeños pero aún unidos. Geniales para compartir, los rollos de marraqueta se usan para comer con huevo o aguacate, como pan para torta, y también como el ingrediente principal en el choripan.

Uno de los mejores platillos chilenos que puedes disfrutar durante la temporada de invierno y que te dejara con la boca abierta.

Asado al palo en la Patagonia

Los chilenos aman su carne, por lo que el “asado” es una parte muy practicada de festividades como cumpleaños y días festivos. Pero en el sur del país, en la Patagonia, la tradición tiene su propio giro que fue creado y popularizados en la región.

Llegados a la Patagonia en los siglos XVIII y XIX para pastorear ovejas durante el auge de la ganadería ovina y la lana, las personas pasaban semanas en las vastas estancias por donde vagaban los rebaños, rodeándolos. El asado comenzó como una simple comida mientras estaba en horario de trabajo.

 

 

Lo primero que se hace para preparar estos platillos chilenos, es asar el cordero sobre un fuego humeante, manteniendo la carne húmeda con agua, sal y dientes de ajo. Cuando la carne está lista, normalmente el proceso dura unas tres horas, se usan sus largos cuchillos para hacer los mejores cortes, y la comida se disfruta con una buena botella de vino.

Hoy en día, el Asado al Palo ha evolucionado y se realiza principalmente para ocasiones especiales como la esquila de ovejas y los rodeos. No solo es delicioso, sino que toda la ceremonia alrededor de la barbacoa también es lo que lo convierte en uno de los mejores platillos chilenos que debes probar en invierno.